Restos de la Fortaleza Árabe de Abla (s.IX) y mirador de los Castillos

La denominada barriada de los Castillos se encuentra en la parte más alta de la población, donde se asentaba la antigua fortaleza árabe, levantada para controlar la comunicación al interior y en relación
visual con el Castillejo de Abrucena o la Alcazaba de Fiñana.
Contrasta el entramado de callejuelas laberínticas de tradición islámica en esta parte alta, con las calles paralelas a las curvas de nivel, como la calle Real (siglo XVI) y otras transversales, correspondientes
con el nuevo urbanismo castellano de las zonas más bajas.
Este altozano de la colina permite además su uso como mirador privilegiado a ambas sierras, la autovía A-92 y la Rambla de los Santos a poniente. La fortaleza se construye en el siglo IX con el fin de controlar el camino entre Granada y Almería, constituyendo una pieza esencial en los conflictos surgidos entre estas taifas. A pesar de que los restos son escasamente perceptibles, reduciéndose a parte de un torreón y de la muralla, así como a un aljibe sin bóveda, su situación en la parte más alta de la Abla romana y musulmana, en un barrio cuyo urbanismo conserva el sabor de esta cultura, así como su gran dominio paisajístico, justifica la visita.